Estoy tratando de marcarme unos objetivos y unos plazos. El día 9 termino el último examen, a partir de ese día dedicaré en torno a 3 - 4 horas diarias a escribir, sea la novela o sean relatos sueltos, tanto si estoy inspirado, como si no; ya se sabe: "el joder y el rascar todo es empezar". Quiero pensar que con la escritura sucede igual, aunque las primeras líneas sin inspiración tengan poca calidad, el solo pulsar las teclas puede traer poco a poco una gran historia. Al menos así se asegura en la película "Descubriendo a Forrester", totalmente recomendada, por cierto.
Se que este verano tengo que dejar el grueso de la novela escrito, porque a partir de septiembre mi tiempo volverá a ser limitado, y la carrera me aleja demasiado de mi objetivo. El problema de posponer metas, es la frustración que genera. Y el resultado de esta frustración, por lo general, es el abandono. Abandono que debo evitar por todos los medios, que para eso empecé este proyecto.
El día que ponga punto final a la novela, me sentiré libre, pero quedará la parte más difícil, aquella que no depende tanto de mí: su publicación. Si eso llega a pasar algún día, será la oportunidad de oro para agradecerte que hayas estado leyendo mis divagaciones en este Blog, pues repartiré unas copias gratuitas para los habituales del mismo.
Espero que no se confunda el hecho de querer verla en las librerías con codicia. No es tanto por el dinero como por la cabezonería y el capricho de tener un libro a la venta, tampoco niego que me gustaría dedicarme a la escritura, pero a día de hoy este sueño es tan probable como volar o tener superpoderes.
Tengo pendiente buscar el rastro de aquella nota de la que ya hablé en otra entrada. Cada día que pasa soy más escéptico que esconda algo realmente interesante, pero tampoco pierdo mucho por investigar un poco. Tengo todo el verano por delante para ello.
Soy el Chico que Escribe, y esta es mi historia.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario